Territorio Civale

escritora, periodista, nómade

Parque de la Memoria: las entrelíneas de la vida

Los desaparecidos uruguayos en la impactante instalación de Luis Camnitzer.

El sábado 26 de marzo se inaugu­ró «Memorial», una instalación del artista uruguayo Luis Cam­nitzer. La muestra se encuentra plantada en la sala PAyS (Presentes, Ahora y Siempre) del Parque de la Memoria, el in­menso predio junto al Río de la Plata que se construyó para recordar a las víctimas del terrorismo de Estado. En la obra, el artista residente en Nueva York reescribe la guía telefónica e intercala digitalmente los nom­bres de los desaparecidos durante la dicta­dura militar en Uruguay.

Camnitzer es considerado por críticos y artistas una de las mentes más lúcidas del arte latinoamericano y es uno de los artífi­ces de haber instalado una interpretación del arte conceptual latinoamericano bien distanciada de la repetida lectura formalis­ta proveniente de Estados Unidos. Su triun­fo y descubrimiento apunta a una raíz es­pecífica, es decir a un lugar determinado en relación a lo que hace nacer la obra en su contexto original, local.

La pregunta clave que se hace la cura­dora del Parque, Florencia Battiti, es si pue­den las páginas de una guía telefónica con­vertirse en un lugar para la memoria.

Y responde afirmativamente al expre­sar que «al intercalar alfabéticamente en la guía de teléfonos los nombres de las personas desaparecidas durante la dictadura militar en Uruguay, Camnitzer actualiza la experiencia de la ausencia física de cientos de personas y la denuncia por la falta de justicia ante su desaparición por parte del Estado».

En términos estéticos la operación, apunta Battiti, es reductiva, austera y el gesto autoral se muestra deliberadamen­te mínimo y modesto. La elección de inter­venir una guía de teléfonos no es inocen­te ni casual: literalmente «hace espacio» entre los nombres de los actua­les ciudadanos uruguayos para introducir la presencia de quienes fueron privados de sus derechos primero y de su propia vida después. El artista le da valor a la palabra como un elemento visual fundamental en su propuesta y da un nuevo significado a objetos y contextos de uso cotidiano al emplearlos para lo que no fueron creados originalmente.

Battiti arriesga que «Memorial» es un antimonumento ya que trabaja ante el es­pectador como una instancia en la que la memoria no queda congelada sino que se convierte en un proceso incompleto, un procedimiento que recibe el golpe de los cambios de sentidos que otorgamos al pa­sado. este modo, explica «se puede leer «Memorial» de Camnitzer como un ejercicio antimonumentalista, una estrategia que intenta presentar lo inenarrable y brindar a los que ya no están no un epitafio entre los muertos, sino un lugar entre los vivos».

Fue la historiadora del arte Andrea Giunta quien sugirió ciertas relaciones en­tre esta obra y el Monumento a las Vícti­mas del Terrorismo de Estado (MVTE) situa­do en el Parque de la Memoria en Buenos Aires. Tanto la obra de Camnitzer como el MVTEse organizan cronológica y alfabéti­camente en listados dinámicos que permi­ten la inclusión de un nuevo nombre o la modificación de algún dato. Ambos, a su vez, se proponen como instancias abiertas e irresueltas que dan cuenta de la comple­ja tarea de recopilación de información so­bre los desaparecidos debido a la metodo­logía represiva utilizada por el terrorismo de Estado y de la condición de antimonu­mentalidad que ambos asumen, entendien­do ésta como una forma que no se clausu­ra en sí misma.

«Memorial» deja preguntas flotando ante quien la observa: ¿De qué modo dar cuenta, desde el arte, de la condición de los desaparecidos? ¿Cómo sería la realidad po­lítica y social del Uruguay si estas personas estuvieran efectivamente al otro lado del teléfono? ¿Qué sucedería si aquellos que fi­guran en la guía, y probablemente conocen el destino de muchos de los desapare­cidos, hablaran?

«Si muchas de las lúcidas propuestas de Camnitzer plantean problemas en tor­no a los desfases y tensiones entre imagen y palabra -afirma Battiti-, ‘Memorial» parece sugerir que la mejor forma de memoria siempre será la justicia.»

La muestra puede ser visitada hasta el 26 de junio, de lunes a viernes de 10 a 17. Entrada libre y gratuita. Costanera Norte – Av. Rafael Obligado 6745 (al lado de la Ciu­dad Universitaria).

La nota completa en DiarioZ

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