Territorio Civale

escritora, periodista, nómade

Un proyecto de modelos para armar

La muestra nos invita a pensar Latinoamérica como un proyecto en curso siempre posible, y por lo tanto infinito; un proyecto sin fijación en el tiempo o en el espacio, múltiple y abierto a mundos diferentes.

Buenos Aires Tour. Jorge Macchi, 2003. Instalación

En el exacto momento que esta columna llega al papel la banda colombiana Aterciopelados comienza un concierto en la explanada del MUSAC, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, uno de lo enclaves europeos más vanguardistas por su colección y por sus exposiciones temporales en lo que respecta a la creación visual que se produce en este siglo, e inicia así las celebraciones por su cumpleaños número cinco. Creado a comienzos de siglo por el Ayuntamiento de la zona y dirigido por el inquieto curador Rafael Doctor, el museo ya desde su estructura edilicia, encargada al equipo de arquitectos Emilio Tuñón y Luis Mansilla, marcó su diferencia. La obra arquitectónica ganó el Premio Mies Van der Rohe de Arquitectura Contem-poránea de la Unión Europea 2007.

Desde el 26 de este mes y hasta el 9 de enero de 2011, cuando cierra la temporada en Europa, el MUSAC ofrece una inmensa y gloriosa muestra dedicada al arte contemporáneo latinoamericano con obras que pertenecen a su colección, toda una apuesta de riesgo.

Ahora, bajo la dirección de Agustín Pérez Rubio, flamante director de la institución y mano derecha de Doc-tor durante toda su gestión, el nombre de una obra de Julio Cortázar ayudó a pensar la concepción de este exposición, una verdadera muestra de la diversidad de lo que los artistas latinoamericanos de este siglo vienen creando según sus modos de mirar su tierra, el mundo propio y también el ajeno a través de los más diversos soportes.

La elección de la banda de rock alternativo Aterciope-lados para abrir la exposición 62/Modelos para armar no es casual. El grupo se posicionó en los últimos años como el que mejor pudo representar la escena musical alternativa del continente con sus toques de hip hop y rock alternativo.

Imagino lo mejor: un clima festivo y tan suave como el del terciopelo mientras sus voces entonan los temas de su último disco, Río, y se abre un telón imaginario y allí entramos a las salas expositivas a ver toda junta y de un largo vistazo esa colección que es ya un tesoro.

La novela de Cortázar, una de sus obras más experimentales, plantea una idea de obra, esbozada por Morelli -una suerte de alter ego de Cortázar- en el capítulo 62 de Rayuela. Liberada de la causalidad psicológica y de las limitaciones de tiempo y espacio, la narración transcurre indistintamente en París, Londres o Buenos Aires. En ella Cortázar lleva al extremo la experimentación iniciada con su anterior novela, Rayuela, produciendo así un proyecto ambiciosos y original.

‘Salvando distancias y disciplinas, sin presunción, la exposición propone, -nos cuentan desde el MUSAC- como esa novela singular, una visión que rechaza tanto una lectura única como una narrativa lineal convencional entre las obras que la componen, invitando en cambio al espectador a establecer (armar) sus propios parámetros y direcciones, sus enlaces y sus relaciones’.

La muestra se desliza a partir de un centenar de obras de más de cuarenta artistas latinoamericanos, que fechan sus obras desde los ochenta hasta la actualidad y que emplean una multitud de medios y lenguajes, estrategias artísticas y elementos significativos, referencias, objetos y situaciones que en su conjunto permiten o facilitan articular diferentes narrativas y alternancias posibles.

62/Modelo para armar nos permite encontrarnos con las obra de importantes artistas fallecidos que ya forman parte de la Historia del Arte Latinoamericano como Ana Mendieta, Leonilson o Maria Teresa Hincapié; hasta grandes maestros como Luis Camnitzer, Oscar Muñoz o Miguel ́ngel Rojas; pasando por la importante generación de los noventa como Valeska Soares, RosÍ¢ngela Renó, el argentino Jorge Macchi o Carlos Garaicoa; hasta artistas emergentes como Mario García Torres, Julieta Aranda o Matías Duville, otro argentino.

La muestra no tiene un tema central, más allá de que sus artistas son de América Latina lo que no constituye un tema sino una excusa para la celebración de este quinto aniversario- tampoco tiene un núcleo principal alrededor del cual se pueda desarrollar una narrativa privilegiada. Como en la novela de Cortázar, el MUSAC a través de los curadores de la muestra, Agustín Pérez Rubio (Director del MUSAC), María Inés Rodríguez (conservadora Jefe del MUSAC) y Octavio Zaya (curador externo MUSAC), propone un visitante activo que organice su propia narrativa, es decir, que se arme su propio cuento.

‘Si bien las diferentes perspectivas y los distintivos lenguajes que abarcan estas obras reflejan una intencionalidad crítica sobre la sociedad y su relación con otros contextos “nos aclaran desde el museo- la exposición reúne discursos y posicionamientos personales y filosóficos, urbanos y políticos, literarios y artísticos, que se corresponden con todas y cada una de las corrientes que animan y preocupan al arte contemporáneo que se desarrolla en cualquier lugar del planeta, ya sea París, Tokio, Ohio o Bogotá. De este modo, la exposición se proyecta como una suerte de ars combinatoria infinita que no hace referencia exclusivamente al entorno geográfico-cultural latinoamericano, de donde proceden todos estos artistas, sólo ofrece lecturas y conclusiones diferentes y contrastadas, tramas inciertas y pistas ambiguas, con interrogantes sin respuesta’.

Coincidiendo con este quinto aniversario y con esta muestra, el museo organiza para el mes de noviembre un congreso sobre arte contemporáneo, Pensar Latinoamérica desde la Colección MUSAC, donde la programación general de actividades se concentrará en America Latina. ‘Esta programación nace con el objetivo de crear una plataforma de pensamiento sobre un continente en constante mutación’, explican, ‘un espacio de análisis y reflexión para creadores, agentes culturales y público general interesados en el contexto artístico latinoamericano contemporáneo en sus diversas vertientes’

Publicado en Asterisco, suplemento cultural de la revista veintitrés y del dominical Miradas al sur

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