Algunos de los 35 plásticos que exponen intervendrán distintos espacios de la Fundación Proa.
La semana previa a la inauguración de Aire de Lyon, la Fundación Proa parecía un gran taller: decenas de montajistas, asistentes y artistas trabajaban contrarreloj para dejar todo listo para la inauguración, el sábado 17. La muestra es una suerte de versión porteña de la prestigiosa Bienal de Lyon 201.
La Bienal, curada por la argentina Victoria Northoorn, deslumbró a la crítica especializada y muchos se atrevieron a decir que la legendaria Bienal de Venecia no estaba a la altura de esta apuesta refrescante, minuciosamente investigada y con los pies puestos en los problemas contemporáneos.
De los 78 artistas que participaron aquella vez, 35 trajeron sus obras a Buenos Aires, lo que convierte a Aire de Lyon en una apuesta novedosa y arriesgada. Los artistas harán obras de sitio específico: es decir no mostrarán las que presentaron en, sino que intervendrán distintos espacios de la Fundación Proa con obras creadas para esta exhibición que promete ser la más destacada del año en Buenos Aires. Los proyectos fueron concebidos especialmente para los espacios de Proa, o son obras ya exhibidas el año pasado en la Bienal. Cuenta Victoria Northoorn sus intenciones allá, pero también ahora: «Aquélla fue una Bienal para la cual viajé e investigué extensamente en Europa y en Ífrica de modo de responder a inquietudes precisas: hacerse cargo de la incertidumbre del presente y del futuro cercano, reflexionando sobre la condición del artista y sobre la necesidad de arte».
Northoorn encontró un aliado en el poeta brasileño Augusto de Campos, creador de la poesía concreta, y cuyos poemas estarán ploteados como una obra más en los espacios expositivos. De Campos, presente en la inauguración, se quedó en Buenos Aires para dar charlas también en distintos espacios culturales de la ciudad.
A lo largo del año se harán presentes veinte de los artistas que exponen y darán charlas gratuitas al público así como clínicas para colegas. En marzo llegan Christian Lhopital + Ernesto Ballesteros, Katinka Bock + Laura Lima Eva, Kotátková + Marina De Caro, Robert Kusmirowski + José Alejandro Restrepo, Michel Huisman + Bernardo Ortiz, y el ya mencionado Augusto de Campos + Lenora de Barros.
Northoorn expresa así la catarata de preguntas que espera dejar en el aire con esta nueva apuesta: «¿Cómo podemos abordar, desde el ámbito artístico, la cuestión sobre la condición humana y la condición actual del artista? ¿Cómo pueden otras disciplinas artísticas -como el teatro, la literatura y la música- nutrir visiones artísticas que son, más que nunca, holísticas? ¿Cuál es el poder de transformación del arte? ¿Es la utopía aún posible? ¿Qué es lo que las imágenes y las obras de esta exposición desean y hacen, qué es lo que movilizan y cómo representan, antes que qué representan».
Tratarán de responder estas preguntas ocho artistas argentinos (Ernesto Ballesteros, Eduardo Basualdo, Diego Bianchi,Marina De Caro, Irina Kirchuk, Luciana Lamothe, Jorge Macchi y Judi Werthein); los otros son de Brasil, Colombia, México, Perú, Alemania, Francia, República Checa, Irlanda, Holanda, Polonia, Sudáfrica y Zimbabwe.